En Perú, el 1 de febrero se conmemorará el Día del Pisco Sour, siguiendo la tradición vigente desde el 2004, de celebrar el aniversario de este coctel cada primer sábado de febrero. Los diversos eventos que se llevan a cabo alrededor del país a raíz de esta fecha buscan impulsar el consumo de la bebida bandera peruana.
Sin embargo, a raíz de las modificaciones realizadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que incrementan el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) al pisco por primera vez desde el 2004, por lo que diferentes representantes pisqueros mostraron preocupación por las implicancias que la medida tributaria pueda generar en adelante para el precio de este producto.
El impuesto también implica a la industria de los cigarrillos, licores con más de 20° de alcohol, y en una de ellas se encuentra el pisco. Tal aumento se produjo luego de que el ministerio oficializara la actualización de los montos fijos del ISC para estos productos. En el caso del pisco, el monto subió de S/.1.50 a S/.2.17.
El Comité de Pisco de la Asociación de Exportadores del Perú (ÁDEX), que informó a este Diario que los asociados de ese grupo de trabajo se reunirán en los próximos días para evaluar el impacto del incremento tributario.
Por su parte, José Moquillaza, productor de pisco y embajador de la marca Perú para esta bebida, consideró que el incremento, a puertas del Día del Pisco Sour, va a motivar protestas en las cinco principales regiones productoras: Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna. ‘El incremento del ISC al pisco me parece una decisión equívoca e inoportuna, porque los productos con denominación de origen, más que promoción, necesitan protección’, agregó.
Bodegueros
Por otro lado, la Asociación de Bodegueros del Perú (ABP) se pronunció sobre el alza del Impuesto Selectivo al Consumo a los productos ya mencionados. En ese sentido, la asociación señala que dicha medida afecta a 500 mil bodegas, debido a que tiene un impacto en las ventas por lo que los precios de productos se incrementan.
Más del 80% de bodegueros asegura que se ven afectados por una competencia desleal de ambulantes o negocios ilegales. Mientras que las bodegas formales reciben una extrema fiscalización de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) y los municipios.