Hace 37 años, el 26 de Enero de 1983 ocurrió una tragedia que resulta tan cercana a la comunidad periodística y que aún causa indignación en la sociedad peruana. Un grupo de 8 periodistas junto a su guía fueron asesinados en un pueblo ayacuchano. Las víctimas de este terrible suceso fueron los periodistas Amador García, Eduardo de la Piniella, Félix Gavilán, Jorge Sedano, Luis Mendívil, Octavio Infante, Pedro Sánchez, Willy Retto; así como su guía, Juan Argumedo, y el comunero Severino Huáscar Morales. Los fallecidos redactaban para diarios reconocidos como La República o El Observador.
Ellos murieron cumpliendo su noble labor, ya que cubrían información sobre enfrentamientos entre fuerzas del orden y Sendero Luminoso (SL); debido a qué sentían que la información que llegaba a la capital era sesgada y preferían informarse con la fuente directa. Días después de su partida al interior y de la preocupación de sus colegas y familiares por la falta de comunicación, la prensa realizó el hallazgo de los cuerpos en un pueblo campesino de Huanta. Este caso que fue parte de la guerra interna cobró casi setenta mil vidas fue uno de los más controversiales y emblemáticos de toda la época del auge del terrorismo.
El caso alcanzó atención política ya que varios medios de prensa izquierdistas culparon a los militares como victimarios del asesinato. Hubo gran controversia debido a que los comuneros que fueron llevados a juicio, además de ser quechuahablantes apenas bilingües, se mantuvieron en silencio. Según declaraciones de la comunidad los periodistas fueron confundidos con terroristas ya que los militares les dieron órdenes de atacar a todos los que vinieran por tierra ya que ellos siempre llegaban a la zona en helicóptero.
Homenaje a las víctimas
Durante el día de ayer se realizaron diferentes celebraciones para conmemorar el fallecimiento de los periodistas, tanto en el interior del país como en Lima. Se realizó una misa católica y una romería en el mausoleo del cementerio El Ángel de Lima. También se realizó una peregrinación desde Huanta hasta la comunidad donde ocurrió la masacre, Ucchuracay.