El primer domingo de julio del año 1927 se ejerció por primera vez el voto femenino en Latinoamérica, ese fue el día 3 de aquel mes y marcó un cambio revolucionario en la democracia para todas las mujeres de este lado del mundo. Este acontecimiento tuvo lugar en Uruguay, durante el plebiscito de Cerro Chato; una pequeña localidad ubicada en el centro occidente de dicho país.
Los comicios fueron realizados con 356 votantes, de los cuales más de cien fueron mujeres, esta cifra fue impactante para la época. Según registros históricos, la primera mujer en inscribirse en el registro de votantes fue una brasileña radicada en Uruguay de nombre Rita Ribera. Sin embargo, las primeras mujeres en ingresar su voto a las urnas electorales fueron Martina Fros y Justina Jacinta Sánchez de Santana. Sin duda, nadie imaginaría que aquel hecho no solo quedaría grabado para siempre una historia, sino que además marcó un antes y un después para Uruguay y para todo el continente Latinoamericano.
Tras este suceso, Uruguay se convierte en el primer país Latinoamericano y el sexto país en el mundo en permitir el derecho al voto a la población femenina, ya que cinco año después en 1932; el Parlamento aprueba que las mujeres pueden elegir y además ser elegidas. Y finalmente once años después del evento en Cerro Chato; al fín las mujeres uruguayas pudieron ejercer su derecho al voto por primera vez a nivel nacional.
Aunque para muchos historiadores los acontecimientos ocurridos en el plebiscito de Cerro Chato fueron de gran importancia para permitir el voto femenino en Latinoamérica, no se tomaron en cuenta; ya que no involucró una decisión sobre un hecho político como tal.
Actualmente, el edificio donde se llevó a cabo este sufragio es considerado Patrimonio Histórico de Uruguay y fue sede del Banco de la República de este país hasta 1960.