Los primeros años de la república peruana se caracterizaron por una lucha constante de poderes entre los distintos movimientos y sectores de la sociedad. Si se hace un recuento de los hechos, tan solo entre 1821 a 1845, hubo 53 gobiernos y 6 Constituciones.
Los hermanos Julio, Silvestre, Marceliano y Marcelino Gutiérrez realizaron el primer golpe de estado militar que incluyó el asesinato de entonces gobernante del Perú, José Balta en el año 1872 a solo una semana de que este asuma el mandato con el sucesor de Manuel Prado, la rebelión de los hermanos fue repudiada por el pueblo peruano y finalizó con la muerte de tres de los hermanos, quienes fueron colgados en las torres de la catedral de Lima.
Más tarde, en 1884, luego de la guerra con Chile, el general Andrés Avelino Cáceres lideró la lucha contra el gobierno de Iglesias y obtuvo la renuncia de este. Cáceres asumió el poder de 1886 a 1890 y su sucesor fue su vicepresidente Remigio Morales Bermúdez. Al final del mandato de Morales Bermúdez, mariscal Cáceres aprovecha la influencia que aún mantenía en el gobierno para ganar las elecciones de 1894. Sin embargo, este hecho fue rechazado por gran parte de la población y generó una nueva guerra civil liderada por Nicolás de Piérola, quien asume el poder en 1895 tras la obligada renuncia de Cáceres.
Después de más de tres décadas, los militares deciden volver al poder, esta vez de la mano de Augusto B. Leguía, él inició su gobierno en 1929, el cual es considerado con uno de los más autoritarios de la historia peruana. Luego de aprobar una Constitución que no contemplaba la reelección inmediata, modificó rápidamente este artículo para perpetuarse en el poder por 11 años. Este pasaje de la historia peruana es conocido como el Oncenio de Leguía. Debido a la crisis económica producto de la Primera Guerra Mundial en 1930, el comandante Luis Miguel Sánchez Cerro empieza a subir en popularidad, posteriormente llamó a elecciones y es elegido como siguiente presidente.
En 1963, el líder y fundador del Partido Aprista Peruano, Fernando Belaúnde Terry asume el poder en medio de un clima de profunda inestabilidad y crisis económica. La situación se pondría peor con el escándalo por la pérdida de la página 11 del acuerdo firmado con la International Petroleum Company, donde se cree estaba estipulado el monto de indemnización que el Estado le pagaría a dicha empresa. Ante este escenario, Juan Velasco Alvarado, decide dar un golpe de estado el 3 de octubre de 1968 y marca el inicio de la última dictadura militar que ha sufrido el país.