Siendo el quinto mes del estado de emergencia, los menores de edad que se cuidaban de no contraer el virus, ahora se han vuelto los más vulnerables. Esto sucede porque la mayoría de víctimas mortales ahora son menores de 5 años. Existen más de 25 mil 500 contagios y 106 decesos, casi el doble de lo que se había reportado hace un mes (54).
Los primeros meses el Instituto Nacional del Niño (INSN) de San Borja, centro de referencia nacional, recibía de 2 a 3 pacientes a la semana. Sin embargo, a partir de la quincena de julio comenzaron a presentarte más casos. En la primera semana de agosto se ha incrementado en 40%, entre positivos y dudosos. “El panorama cambió. Ya no estamos en el momento en que no eran vulnerables, asintomáticos y desarrollaban síntomas leves. Ahora llegan con criterios, incluso para el ingreso a UCI”, afirma el coordinador de UCI, Franklin Mendoza.
En el mes de agosto nada más ya se han registrado 40 pacientes nuevos, es decir, el doble de lo normal. “Eso ha alarmado. No se había visto antes”, dice Mendoza. El principal problema en este caso, explica, es el contagio masivo. La flexibilización de la cuarentena que dispuso que los menores podían pasear en el parque por 1 hora salió de control. Se les ha visto a los menores transitando por playas y mercados, donde hay aglomeración. A solo tres semanas, el EsSalud ya alertaba un incremento del 75% de casos.
Los niños han adquirido un rol importante en su transmisión. Un estudio publicado el 30 de julio en JAMA Pediatrics declaró que la carga viral en el tracto respiratorio de los menores de 5 años con una enfermedad leve puede ser de 10 a 100 veces mayor que la del resto de niños y adultos. A partir de esto se ha creado una hipótesis que ellos querían una de las principales fuentes de contagio del coronavirus en la población.
“Lo que se plantea es que si tienen el virus, por más que no se sientan mal, hablen o canten, hay mayor probabilidad de que contagien más porque tienen más carga viral. En el adulto, la cantidad de virus está asociado a la infección más severa”, explica la médico pediatra y directora del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Cayetano Heredia, Theresa Ochoa.
Se precisa que lo referido del estudio a cargo de l Hospital de Niños Ann y Robert H. Lurie de Chicago y la Universidad Northwestern no tenía el fin de definir el nivel de contagio, sino la carga viral que puede contener un menor.
“La diferencia con los adultos es la gravedad de síntomas. La frecuencia de neumonía es baja, aunque en adolescentes sí se ve. Muchos niños son asintomáticos o hacen resfrío común”, explica la autora de dicho estudio y neumóloga pediatra del INSN, Patricia Llaque.
Por otro lado, una experta en epidemiología alerta sobre el nuevo síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico, conocido por el nombre de Kawasaki-like. Este se ha presentado en niños que han tenido el Covid-19, ningún otra enfermedad. Este mal causa inflamación en dos o más órganos como el corazón o los pulmones. En ese caso es necesaria la hospitalización.
“Ahora tenemos niños, previamente sanos, que se infectaron por Covid-19 y por mecanismos aún desconocidos desarrollan el Kawasaki-like y los predispone a una falla cardiaca adquirida. A la fecha, ya han atendido a 15 menores que retornaron semanas después de “superar” el Covid-19. Sus síntomas fueron, sobre todo, digestivos: fiebre, náuseas, dolor abdominal. Son pacientes con criterios de UCI, por lo que activamos un protocolo multidisciplinario”, manifiesta Franklin Mendoza, del INSN San Borja, quien cada dos semanas recibe un nuevo caso de este tipo.