Los incendios forestales van en aumento desde el pasado septiembre de 2019 en la región australiana. Hasta el momento los siniestros le han costado la vida a 27 personas y varios animales, y reducido a cenizas las viviendas de más de 2 mil habitantes. El día de hoy, a las primeras horas del día, miles de ciudadanos australianos realizaron manifestaciones en diversas ciudades del país para solicitar la dimisión del Primer Ministro, Scott Morrison. Los principales grupos que lideran el movimiento son Students for Climates y Extintion Rebellion, conformados por universitarios ecologistas.
Lo que se busca por las protestas es que se ejecute un plan de acción para frenar los incendios y posteriormente mayores iniciativas ante la crisis climática. Además, se busca que haya una transformación completa de combustibles fósiles a energías renovables. A pesar de que la Oficina de Meteorología de Australia haya confirmado la crisis climática como causante del empeoramiento de los incendios forestales, Morrison lo sigue negando.
Los protestantes exigen que se cancelen los subsidios a las empresas contaminantes, principalmente las empresas mineras dedicadas a la exportación de carbón. Con este dinero se debería apoyar a los bomberos voluntarios y a las comunidades que se han visto afectadas por la catástrofe. Lamentablemente, creen que hasta que el Primer Ministro no renuncie, no se podrá llevar a cabo; ya que, es simpatizante del Partido Liberal, quiénes respaldan dichas empresas.
En regiones como Victoria se ha obligado a la población a evacuar debido a que las altas temperaturas y fuertes vientos han hecho imposible el enfrentamiento frente al fuego. Según la división de Cambio Climático de la ONU, el 2019 ha sido el año más seco y cálido registrado en Australia. El fuego ha alcanzado las 10.3 millones de hectáreas y se han emitido 370 millones de toneladas de gases de carbono a la atmósfera.