El Banco Central Chino anunció una inyección de 1,2 billones de yuanes (175.000 millones de dólares) para apoyar a la economía del país, afectada por la epidemia del coronavirus que hasta el momento ha dejado más de 300 muertos. La operación se llevará a cabo hoy cuando vuelvan a abrir los mercados financieros tras las vacaciones de Año Nuevo, prorrogadas a causa de la enfermedad que apareció en la ciudad de Wuhan.
Además, el banco central indicó en un comunicado que la operación servirá para mantener una liquidez ‘razonable y abundante’ para el sistema bancario, así como para estabilizar el mercado de cambio. El banco ya anunció varias medidas para facilitar el crédito a las empresas que contribuyen a luchar contra la epidemia de coronavirus.
Préstamos
El Banco Popular de China (PBOC, según sus siglas en inglés) ha prestado al sistema financiero 900.000 millones de yuanes (150.000 millones de euros) en préstamos a siete y 14 días. Si bien la mayor parte de este dinero sirve para compensar préstamos que vencen, la nueva liquidez es de 150.000 millones de yuanes, unos 20.000 millones de euros.
La tasa para estos préstamos se ha recortado en 10 puntos básicos, para asegurar amplia liquidez durante el período especial de control del virus, según un comunicado de la autoridad.
Apoyo
La inyección de dinero es parte de las medidas de apoyo medidas anunciadas durante el fin de semana en un intento de suavizar el efecto en el mercado y ayudar a las empresas afectadas por el brote de la enfermedad y la prórroga de las vacaciones prolongadas. Mientras que el gobierno chino dijo que confía en que se puede minimizar el impacto económico de la coronavirus y que se prevé que el banco central y los reguladores sigan sus medidas de soporte.
Además, la autoridad del mercado de valores, la China ‘Securities Regulatory Commission’ (CSRC), ha prohibido las operaciones bajistas en la Bolsa de Valores, según las instrucciones verbales dirigidas a las casas de corretaje o cobro de comisiones a clientes. También verbalmente ha pedido a los gestores de fondos de inversión que no vendan acciones a no ser que sea para hacer frente a reembolsos.