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La pandemia por coronavirus no solo ha afectado la salud de las personas, sino también su vida social. Especialmente, ha afectado a los jóvenes y adolescentes, ya que comienzan a sentir mayor frustración frente al contexto que les ha tocado vivir. Los especialistas explican cuan perjudicante ha sido el aislamiento social y las clases virtuales para esta población.
La adolescencia es una etapa en la vida en la que se viven diferentes cambios y descubrimientos, es decir, aparecen grupos de amigos, juegos en el barrio y pasar las tardes en el cine con sus compañeros de colegio. También, es una etapa donde ocurre los primeros amoríos y fortalecimiento de lazos que durarían toda la vida. De igual manera, sucede con los jóvenes, pues se complica mantener relaciones sociales solo por las redes.
Lamentablemente, las actividades comunes que podía hacer esta población tuvo que quedar en segundo plano, dando apertura a trabajos grupales en Zoom, celebrar cumpleaños por Google Meets y sentir la cercanía de un beso mediante videollamadas. Esta crisis por coronavirus ha cambiado completamente su normalidad, convirtiéndola en una realidad virtual que jamás se habrían imaginado.
Yuri Cutipé, director en Salud Mental del Ministerio de Salud, señala que existen tres necesidades básicas que requieren los adolescentes para reafirmar su identidad: respeto de su espacio íntimo, respeto a sus pares (amigos) y respeto a sus aspiraciones o habilidades.
Por eso, el cambio drástico que trajeron las medidas sanitarias de aislamiento social obligatorio y las clases virtuales afecta mentalmente a este grupo de personas en mayor medida, porque están en la etapa de socialización.
Según el especialista Cutipé, estos tuvieron una percepción positiva del aislamiento durante los dos primeros meses de cuarentena. Sin embargo, a partir del tercer mes, los conflictos comenzaron a aparecer por la falta de sus pares o, como en otros casos, por el autoencierro dedicado a los videojuegos y molesta a los padres de familia. También comienzan los problemas para realizar las tareas, pues a veces lo padres no están en casa y no encuentran apoyo para culminarlas.
Pero, sin duda alguna, los especialistas coinciden que uno de los factores principales de la frustración de los adolescentes y jóvenes durante la pandemia ha sido estar lejos de su pareja. Esto está produciendo situaciones de ansiedad, lo que crea malos estados de ánimo, así como encierro en sus cuartos y hasta depresión.
Aunque todavía no haya estudios de cómo está afectando realmente la pandemia en este grupo de personas, Cutipé señaló que mediante la observación de casos, se puede concluir que esta población es “muy vulnerable” a cuadros psicológicos que se pueden agravar si no hay un correcto actuar de los padres o tutores.
Las recomendaciones que dió a los padres el especialista es que tomen en cuenta dos criterios en el momento de entablar una relación con sus hijos durante la crisis: organización y afecto. Mientras que a los jóvenes les recomendó organizar sus actividades y mantenerse ocupados hasta que la tormenta pase y nos permitan volver a visitar a los seres queridos.