El pasado miércoles 18 de diciembre, se produjeron disturbios durante el partido entre el FC Barcelona y el Real Madrid, tras la aparición de los manifestantes miembros del Tsunami Democràtic, dejando 10 detenidos y 63 heridos, 39 de ellos mossos d’Esquadra, según la agencia AFP.
Debido al anuncio de una posible concentración del grupo separatista, el evento contó con más de 3 mil efectivos policiales; sin embargo, la revuelta empezó a tornarse violenta cuando los fanáticos del Azulgrana se enfrentaron a los miembros del grupo separatista.
En las calles cercanas al estadio, se incendiaron contenedores y se crearon barricadas, lo que ocasionó la intervención de los bomberos para reducir el fuego. Dentro del estadio, los miembros del Tsunami Democrátic sostuvieron pancartas con el lema “Spain, sit and talk” y lanzaron pelotas amarillas al campo de juego. Mientras tanto, los efectivos policiales trataron de controlar a los manifestantes con porras y armas cargadas con balas de goma.
Como se recuerda, el clásico entre el Azulgrana y los Blancos, ya había sido pospuesto en octubre por temor a un posible evento violento por parte de diversos grupos independentistas.
En contra de la sentencia del procés
Estas revueltas se han producido desde mediados de octubre, tras la sentencia del procés, en la que se otorgaron hasta 13 años de cárcel a 9 líderes independentistas catalanes por los delitos de sedición y malversación.
Este fallo ha desencadenado desde hace varios meses la irrupción de los grupos extremistas catalanes en distintos puntos de la ciudad de Barcelona, tales como el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y la estación Sants, así como otras estaciones en la comunidad autónoma de Cataluña.