ANTAR XXVII es una expedición científica integrada por personal de las Fuerzas Armadas, la Marina de Guerra y 97 investigadores, tanto peruanos como extranjeros, que se encuentran desarrollando 33 proyectos científicos en la base peruana en la Antártida llamada «Machu Picchu».Perú comenzó a trabajar en estudios de la Antártida alrededor de 1980 cuando se integró al Tratado Antártico. Este documento busca el compromiso con la preservación de su región a través de investigaciones.
El Perú es uno de los países más vulnerables a sufrir las repercusiones del cambio climático. Debido a esto es necesario que se hagan investigaciones en lugares donde los efectos ya se están observando para saber que acciones debemos tomar y cómo prepararnos hacia un futuro que podría ser catastrófico. Los cambios de este tipo en el planeta son cíclicos, aún podemos regenerarlo estudiando las consecuencias. Uno de los proyectos está a cargo de carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), la cual tiene como iniciativa desarrollar un estudio sobre la presencia de microplásticos en la zona cerca a la Bahía Almirantazgo. Hasta el momento se ha logrado recolectar muestras biológicas de estos desechos en pingüinos y focas.
También se han unido al equipo de científicos, 20 investigadores del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), quienes investigarán a través de muestras del krill antártico, los indicadores que genera en relación al impacto del cambio climático con respecto a su continente. Ellos abordarán los espacios de el Estrecho de Bransfield, la Isla Elefante, la Ensenada Mackellar y la Bahía Almirantazgo. Este instituto posee la información más importante con repecto a la ciencia marítima artantántica de los últimos 27 años en la región suramericana, por lo que sus descubrimientos serán un gran aporte tanto para el tratado con la región antártica como para la comunidad científica mundial.