En el mes de Julio, Áncash sufrió cuatro incendios forestales y uno urbano en 48 horas. Sin embargo, la tragedia no quedó ahí y se reigistró uno nuevo en menos de dos semanas. Esto ha sido un golpe duro a la naturaleza de la región del norte en plena pandemia por Covid-19.
El reporte del mes de Julio, sucedió en el distrito de Lacabamba, provincia de Pallasca. El fuego destruyó tres hectáreas de bosques de eucalipto y aún se sigue desconociendo la causa de la emergencia. Otro incendio ocurrió en el distrito de Cusca, provincia de Corongo, el cual afectó cuatro áreas de bosques de eucalipto y arbustos.
También ocurrió en la zona sierra, en Caraz, capital de la provincia de Huaylas, un incendio que consumió varias hectáreas de pastos naturales. En el distrito costero de Moro, provincia del Santa, el fuego consumió dos hectáreas de pastizales en el sector de Villa Mercedes.
El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER), reportó que el día de ayer ocurrió un nuevo evento a las 10:00 a.m. en el sector de Huamantanga, de la provincia de Huari. Este afectó no solo árboles,sino también plantaciones de pino.
Según los testigos, para controlar el incendio los pobladores de la zona y el personal de seguridad ciudadana Municipal Provincial Huari se unieron para extinguir el incendio. Fue totalmente apagado el mismo día a las 17:00 horas.
De acuerdo a la evaluación que se realizó para evaluar los daños del desastre por el COER Áncash y el responsable de la Unidad de Gestion de Riesgos de Desastres, el incendio consumió una hectárea de cobertura vegetal y afectó mil plantaciones de pinos en la región, lo que resultó un golpe desgarrador para la naturaleza.