Crece la controversia por el dióxido de cloro en Bolivia, largas filas en la ciudad de Cochabamba para comprar el producto, que ha sido prohibido en varios países por tener efectos nocivos en la salud, personas infectadas con Coronavirus lo consumen con la esperanza de vencer la enfermedad.
Mientras el gobierno interino de Jeanine Añez prohibió la promoción del dióxido de cloro o CDS, la oposición, simpatizantes del ex presidente Evo Morales, impulsan el consumo del producto desinfectante. La Organización Panamericana de la Salud ha advertido los efectos del nocivo producto, que tiene los componentes de la lejía, reacciones en los tejidos humanos e irritación de la boca, el esófago y el estómago.
El pasado lunes, el Ministerio de Salud boliviano anunció que las personas que promuevan el consumo del dióxido de cloro serán procesadas por la justicia del país, esto debido a que han aparecidos personas que recomiendan el nocivo producto. Por su parte, el Ministerio de Salud ha informado que hay casos de personas intoxicadas por el CDS en La Paz, “El Ministerio puede arriesgarse a recomendar algo que no tenga una base científica”, aclaró Miguel Ángel Delgado, viceministro de Gestión del Sistema Sanitario.
Desde la cuenta oficial de Twitter del Ministerio de Salud, el gobierno ha confirmado que no aprueba el consumo del polémico producto. Además ha acusado al Comité Boliviano de Solución de Dióxido de Cloro, de carecer de reconocimiento institucional y advierte que el protocolo no tiene ninguna base científica y pone en riesgo la vida de los ciudadanos.
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— Salud Bolivia (@MinSaludBolivia) July 20, 2020
Por su parte, desde la legislatura, el Senado boliviano dio media sanción a una ley que permite la elaboración y comercialización de la solución desinfectante, esto según la presidenta del senado Eva Copa, sería una medida tomada para evitar el mercado negro.
Bolivia ha confirmado un total de 60.991 infectados y 2218 fallecidos a causa del Coronavirus, hasta el día de hoy. A pesar que desde el gobierno se ha intentado advertir a la población acerca del dióxido de cloro, los ciudadanos siguen haciendo largas colas para conseguir el producto desinfectante, entre ellos policías y militares.