Brasil tiene un nuevo récord por causa del Coronavirus, una investigación del International Journal of Gynecology & Obstetrics, deja al gigante sudamericano como el país con más casos de mujeres embarazadas que murieron víctimas del COVID-19.
La investigación señala que el 77% de los casos de embarazadas que fallecieron durante el embarazo o puerperio – periodo después del parto – le pertenecen a Brasil. Entre el 26 de febrero y el 18 de junio un total de 978 mujeres fueron diagnosticadas con Síndrome Respiratorio Agudo, según el grupo brasileño “COVID-19 y embarazo”, compuesto por varias universidades brasileñas.
Una de las investigadoras de “La tragedia de la COVID-19 en Brasil”, Mariana Menezes, indicó que dentro de las causas se encuentra el colapso del sistema de salud, principalmente de las áreas de cuidados intensivos, “Uno de los motivos más probables que observamos en la investigación es la falta de acceso a cuidados de salud de forma general, y principalmente la dificultad de acceso a cuidados intensivos lo que, en este momento, es más difícil debido al colapso del sistema sanitario causado por la pandemia y por la falta de programas públicos efectivos de contención de la enfermedad”.
Un total de 160 mujeres con Coronavirus murieron embazadas o en el proceso de postparto, según la investigación, además se sabe que 16 estaban en Estados Unidos, siete en México, siete en Irán, cinco en Reino Unido, una en Francia y 124 en Brasil.
La mayoría de las víctimas mortales de Brasil presentaban otras enfermedades, que podrían haber complicado su situación con el Coronavirus, sin embargo los investigadores han advertido que el aumento de los riesgos en los infectados con el virus, va más allá de los antecedentes, por lo tanto mujeres en buen estado podrían también ser víctimas.
La letalidad del virus en las mujeres embarazadas en Brasil es del 12,7 %. Menezes asegura que existen formas de prevenir los riesgos en las mujeres embarazadas con asistencia prenatal de calidad, para de esta manera poder ser identificados los factores de riesgo, disminuyendo las comorbilidades, como obesidad, diabetes, presión alta, entre otras.