El 6 de julio de 1828 se firma un acuerdo de paz entre Perú y el vecino país de Bolivia, conocido como el Tratado de Piquiza, este suponía la retirada de las tropas peruanas de territorio boliviano. Fue nombrado así, ya que se firmó en la ciudad boliviana de Piquiza.
Tras la caída del Mariscal Antonio José de Sucre, el entonces presidente del Perú, el general Agustín Gamarra decide invadir territorio boliviano en abril de 1828 con la intención de anexionar Bolivia (unir una cosa a otra para hacerla depender de ella, especialmente de un Estado o de una parte de su territorio a otro) a la demarcación nacional. Sin embargo, luego de la derrota de Potosí; los bolivianos pidieron la paz.
Posteriormente, debido a este enfrentamiento, Bolivia se dividió entre los que buscaban la independencia y aquellos que preferían unirse a territorio peruano. Más tarde, esta división que sufría el país andino provocó la renuncia del Mariscal de Sucre a la presidencia y el retiro del ejército grancolombiano.
Este tratado constaba de 17 artículos, los mismos que fueron aprobados por el General. El General a cargo de las tropas bolivianas, José María Pérez de Urdininea aprobó y ratificó en todas sus partes el tratado, que se constituyó en un ignominioso documento, este no solo contenía partes infames para la República de Bolivia, insistía en el retiro de todo militar colombiano o extranjero del territorio en disputa.
Finalmente, luego de que las partes involucradas firmarán el Tratado Piquiza, el tratado fue ratificado en el Congreso de Chuquisaca en agosto de 1828. Fue entonces que el General de las tropas peruanas y en ese entonces presidente del Perú, Agustín Gamarra rompió todo lazo que lo unía con el Mariscal Antonio José de Sucre, quien no tuvo más remedio que renunciar a presidencia de Bolivia mediante un discurso público que no logró reunir la cantidad de simpatizantes deseada. Tiempo después, en septiembre del mismo año, Gamarra obliga a de Sucre a exiliarse en el Ecuador.