Las áreas que fueron duramente castigadas por los incendios causados en Australia fueron controlados por las lluvias. Los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur como los bomberos y entidades involucradas pueden tomar un respiro, una buena noticia después de tantas semanas intentando apagar los incendios. Sin embargo, se teme que estas lluvias también generen algunos problemas en el país. Las lluvias salvadoras de incendios vienen con tormentas eléctricas y fuertes vientos, así como la posibilidad de un alto oleaje.
Con la ayuda del satélite del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera Europe Copernicus se puede ver que como se ha calmado la situación de manera progresiva. Si bien, los incendios siguen por encima de lo estimado, se puede ver la gran reducción de estas gracias a las lluvias aparecidas en los últimos días.
Los bomberos de estos estados aprecian la gran ayuda que han recibido de parte de la naturaleza. Esto les permite descansar al menos por un momento contra las condiciones extremas del fuego. Su emoción es tanta que algunos de los bomberos lanzaron twitts celebrando las lluvias. El twitter de el servicio rural de bomberos de Nueva Gales del Sur dijo «El alivio está aquí para muchos de los bomberos que trabajan en NSW. Aunque esta lluvia no extinguirá todos los incendios, sin duda contribuirá en gran medida a la contención. Este video fue capturado en el Good Good Fire quemándose cerca de Cooma. #nswrfs#nswfires»
Adiós a las cenizas
A pesar de todo el festejo de las lluvias en Australia por el control y reducción de los incendios. El país cruza por la mayor sequía que recuerdan y la mayoría de los habitantes tienen depósitos para recoger agua. Las autoridades advirtieron que revisen sus depósitos ya que podrían tener animales muertos, restos o bastantes componentes químicos liberados por el calor. Pese a esto la parecencia de cenizas no es peligrosa para la salud de los habitantes. Se teme que las lluvias y las tormentas, afecten a los suelos que han sido atacados por el fuego, al no tener vegetación son propensos a inundaciones y corrimiento de tierras.
Otra de las amenazas que aquejan a Australia son las cenizas. El país tiene miedo de que la ceniza que no se retenga con la vegetación vaya a parar en los ríos. Esto causaría la muerte de innumerables peces y vegetación que requiere del sol para poder vivir. Y no se trataría de una teoría como lo recuerdan los investigadores, en el año 2009 ocurrió exactamente lo mismo en Victoria. Estas cenizas podrían alterar la calidad del agua durante décadas, según el ingeniero Stuart Khan.