El Partido Republicano batalla por asegurarse de que el juicio al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump se cierre con una absolución rápida y sin la declaración de testigos, ante la creciente presión para que testifique John Bolton, ex consejero de Seguridad Nacional.
El proceso de destitución o ‘impeachment’ contra Donald Trump, entró en la fase de preguntas de los senadores dirigida a las partes, acusación y defensa. Sin embargo, la vista estaba puesta sobre todo en los números de los votos y en un libro de memorias políticas inédito para un posible cambio en el guion preescrito para el juicio contra Trump.
En el manuscrito de la obra presentada por el diario The New York Times, señala que el ex consejero de Seguridad Nacional afirma que el presidente Trump le comunicó personalmente su pretensión de detener las ayudas militares a Ucrania hasta conseguir que el Gobierno anunciase investigaciones que perjudicaban a los demócratas. Esa supuesta coacción es el cuerpo del cargo de abuso de poder que pesa sobre Donald Trump y este sería el primer testimonio directo que incrimina personalmente al presidente estadounidense.
Bolton envió el manuscrito al Consejo de Seguridad Nacional, dependiente de la Casa Blanca, con el fin de que se revisa su contenido. Bolton ha advertido acerca de grandes cantidades de información clasificada que contiene la obra, alguna en la categoría de ‘alto secreto’ y que esta no puede salir a la luz pública.
53 escaños
Por otro lado, los republicanos controlan el Senado, con 53 de los 100 escaños, lo que les ha permitido marcar la pauta del ‘impeachment’ contra Donald Trump. Además, pretenden detener todos los intentos de los demócratas por llamar a declarar a los testigos. Se espera que John Bolton declare en el Senado bajo juramento.
La hora de la verdad llegará este viernes 31 de enero, cuando esté prevista la votación sobre esas posibles comparecencias. Si los demócratas, que suman 47 votos, logran convencer a cuatro miembros del partido rival, alcanzarán la mayoría necesaria.