Cientos de manifestantes salieron a las calles de Beirut este viernes, para protestar por la gestión de los gobernantes del país, tras la masiva explosión de un almacén en la zona portuaria ocurrida el martes, los ciudadanos intentaron irrumpir en el edificio parlamentario, ubicado en la Plaza Beirutí de Nejme, exigiendo la dimisión del Gobierno. Se tiene planeado una manifestación de mayor afluencia para hoy.
La explosión de gran magnitud en Beirut reabrió las protestas en el país mediterráneo –hasta el momento se han confirmado 5.000 heridos y 137 fallecidos– esto debido a las 2.700 toneladas de nitrato de amonio que fueron almacenadas por seis años bajo conocimiento de las autoridades. Según los medios locales, los manifestantes habrían lanzado piedras a los agentes de seguridad que trataron de contener a la multitud.
La indignación crece entre los beirutíes, el viernes dos ministros visitaron la zona del desastre y fueron abucheados, desde la multitud se escuchaban gritos que decían «Preparen la horca».
Por su parte, el presidente del Líbano, Michel Aoun, rechazó este viernes intervención internacional para la investigación de las causas del fatal suceso, medida propuesta por Emmanuel Macron en su visita a Beirut; el mandatario libanés por primera vez habló sobre la hipótesis de un atentado, “Es posible que esto haya sido causado por la negligencia o por una acción exterior, con un misil o una bomba”. Además confesó que conocía de la existencia del producto altamente explosivo en los almacenes del puerto desde el 20 de julio.
Como respuesta a Aoun, el grupo terrorista libanés Hezbollah negó tener un almacén con armamento en el puerto de la ciudad, como se habría especulado en medios locales y a través de la opinión pública.
Mientras tanto, la ciudad que ha quedado como una zona de guerra está en los ojos del mundo, líderes políticos internacionales han enviado ayuda humanitaria. Por su parte, el gobierno declaró estado de emergencia para Beirut, además informó que se destinaran unos 56 millones de euros para una comisión de investigación que tardará 5 días en descubrir las causas de la masiva explosión.